Encuentro con Gorosito…
Daniel Gorosito Pérez
INSTITUTO CERVANTES RECIBE “TESOROS” DEL URUGUAYO ONETTI
- Partilhar 16/07/2024
En Madrid, sede del Instituto Cervantes, en
su Caja de las Letras, número 1408 de la
antigua cámara acorazada, éste recibió días
pasados un prolífico legado de un escritor
que es considerado un imprescindible de las
letras hispanoamericanas, el uruguayo Juan
Carlos Onetti (1º-7-1909, Montevideo,
Uruguay; 30-5-1994, Madrid, España).
Entre esos “tesoros” se encuentran: libros,
cartas, textos manuscritos, un telegrama,
artículos y ediciones de obras de distintas
épocas en varias lenguas, símbolo de la
universalidad de Onetti.
En el acto
estuvieron presentes Luis García Montero,
director del Instituto Cervantes; Dolly
Onetti, música y viuda del escritor; Pilar
Reyes, directora en la división literaria
del Grupo Editorial Penguin Random House y
la periodista Hortensia Campanella,
directora de la Fundación Mario Benedetti, y
editora de las obras completas de Juan
Carlos Onetti.
El legado de la
familia de Onetti, que detalló Campanella en
el evento, ha consistido en traducciones al
chino de las novelas La vida breve y El
astillero y la traducción al griego de la
novela corta El Pozo.
Están presentes
entre los documento entregados el texto para
un telegrama dirigido a Luis Alberti en el
que le deseaba que recibiese el Premio
Cervantes, cartas al escritor uruguayo Hugo
Fontana, a su traductor el italiano Enrico
Cicogna y a su suegra, a quien le reprocha
con humor que nunca le dijo: “que Dolly no
sabía cocinar”, a su gran amigo el
dramaturgo Carlos Maggi o al periodista
uruguayo Hugo Alfaro (que va acompañada del
poema Balada del ausente, segundo y último
poema de Onetti).
También entre esos
“tesoros” legados por la familia del
escritor uruguayo, se incluye el artículo
Hijo y padre de la selva, sobre la obra de
Horacio Quiroga, en el que, al contrario de
lo que era habitual, Onetti no escatima sus
elogios hacia el cuentista oriental.
Mientras que el Instituto Cervantes ha
cedido las obras Juntacadáveres, Tiempo de
abrazar (novela inconclusa), Las máscaras
del amor, El astillero y un número de la
revista Cuadernos Hispanoamericanos dedicada
a Onetti, revista que el propio autor
calificaba cariñosamente como “el ladrillo”,
por su extensión y que lo situó “como figura
de referencia para los escritores que
representaban la dinámica de la literatura
española”, según el director del Instituto
Cervantes, García Montero.
El
director del Cervantes explicó que Onetti se
instaló en España a mediados de los años 70,
según explicó García Montero: “Su actitud
política lo llevó a enfrentamientos con las
autoridades uruguayas y España tuvo la
suerte de que se instalara aquí, donde
enseguida se reconoció su mérito: fue un
referente porque representó la verdadera
apuesta por la vocación literaria”.
Onetti fue precursor de la gran novela
latinoamericana, nos enseñó, según palabras
de García Montero , “un camino a seguir , su
manera de unir las lecciones del
existencialismo en un mundo excesivamente
narcisista, volcado en las apariencias de la
vida feliz, ayudándonos a comprender a todos
la ternura que existe en los naufragios de
la vida cotidiana”.
Mientras que
Pilar Reyes, manifestó que Onetti que
recibió el Premio Cervantes en 1981, “es un
autor absolutamente moderno” y explicó que
cuando Juan Cruz publicó en Alfaguara la
última novela de Onetti en 1993, “ese libro
se convirtió en una bandera editorial que
tenía mucho que ver con el espíritu de
Onetti: nacía la idea de que cada vez más
proyectos editoriales pudieran circular en
los dos lado del Atlántico, Onetti
significaba eso desde su casa de Madrid”.
Posteriormente, su viuda, Dolly Onetti,
confesaba que su marido “podía vivir en una
cama con un libro, el resto del mundo no
existía”. Y confesó que a “Juan le gustaría
mucho saber que sus originales están al lado
de otros grandes escritores como García
Márquez o Mario Benedetti”, tal y como
sucede en la Caja de las Letras.
Una
vez terminada la ceremonia del legado, se
realizó un coloquio en el que participaron
el escritor Antonio Muñoz Molina y Hortensia
Campanella. Muñoz Molina explicó que había
hecho recientemente una relectura en
profundidad de la obra de Onetti, un
escritor con el que tiene una afinidad
especial desde la juventud y que lo ha
acompañado en gran parte de su vida, incluso
durante el servicio militar.
“Onetti
es un escritor con el que se establece una
relación muy particular, muy distinta a la
de casi cualquier otro. Hay escritores que
parecen que te hablan desde el púlpito; él
parecía que te hablaba en voz baja, resaltó
el autor andaluz refiriéndose a la
complicidad que como lector siente por el
escritor uruguayo.
Mientras que para
el director del Instituto Cervantes, Luis
García Montero: “Onetti es uno de los
grandes de nuestras letras y no necesita
este honor, pero instituciones como el
Instituto Cervantes, sí”.
Como
corolario, humildemente comparto un poema de
mi autoría en homenaje a ese uruguayo,
creador de Santa María:
SANTA MARÍA DE ONETTI
“Por eso fabriqué
Santa María
fruto de la nostalgia
de mi ciudad”.
Juan Carlos
Onetti
Ficción dentro de la ficción.
Un
sauce se arquea
para beber en el río de
aguas café.
Santa María.
Inmune
al desgaste
de las horas y los elementos.
Santa María.
Inventario del olvido
a lo largo de la costa.
Santa María.
Intrincado mundo interior
cubierto de
tinieblas
blanquicientas cual espuma.
Santa María,
mirada fija y circular,
el cuerpo ante un espejo
reflejando
vergüenzas
e infamias olvidadas,
que
son gotas de vida.
Santa María,
el
silencio sobrevive a las palabras,
la
muerte de la noche
te hace dormir.
Adiós al insomnio.
Santa María,
surgen riachuelos de estrellas
que caen
sobre el astillero
y el “Dios Brausen”
desde su ventana
ve difuminarse la
ciudad.
¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c). Washington Daniel Gorosito Pérez
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- Ano VI • julho 2024