Poemas ibéricos
Santiago Aguaded Landero
Poemas ibéricos (51) LAUREN MENDINUETA
Lauren Mendinueta
(Barranquilla, Colombia. 14 Abril de 1977)
es poeta, ensayista y traductora con doble
nacionalidad colombiana y portuguesa. Está
considerada una de las poetas más
importantes de su generación en
Hispanoamérica. Ha publicado once libros
editados en Colombia, México, España, Perú,
Ecuador y Portugal.
En Colombia ganó
cuatro premios nacionales de literatura,
entre ellos el Premio del Festival de Poesía
de Medellín y el Premio Nacional de Ensayo y
Crítica de Arte del Ministerio de Cultura.
Además, obtuvo en España los premios
internacionales de poesía Martín García
Ramos por La vocación suspendida y
el Premio César Simón por Del tiempo, un
paso.
Ha traducido y publicado en
español autores portugueses como Fernando
Pessoa, Nuno Júdice, Ana Luísa Amaral, entre
otros. Vive en Lisboa desde 2007 y desde
allí desarrolla una intensa labor de
divulgación de la poesía latinoamericana.
PARA MI
ABUELO ANTONIO, VEINTITRÉS AÑOS DESPUÉS
(2011)
Ésta es la razón por
la que procuro con el lenguaje la belleza.
Tú no moriste, a ti te mataron.
Para
recibir un tiro en la aorta viniste a la
Tierra.
Abuelo, tú que en vida fuiste
fuerte y autoritario
llegado el momento
supiste cumplir tu destino de víctima.
Los periódicos apenas te mencionaron.
Para ellos no eras importante, tu muerte
carecía de originalidad.
Un hombre que
recibe un disparo destinado a otro.
Uno
más en aquella avalancha de muertos
inútiles.
Tu funeral fue concurrido pero
nadie pronunció un discurso.
Al
cementerio íbamos a visitarte con
frecuencia,
mi abuela siempre atenta a
tus necesidades de muerto reciente,
jardinero, oraciones y suspiros para su
amado difunto.
Sobre tu cuerpo crecía
hierba verde y recortada
como la mejor
alfombra, decía el jardinero.
No faltaban
rosas frescas en los jarrones.
Junto a ti
crecía un almendro. Los adultos aprovechaban
su sombra
mientras tus nietos
correteábamos entre sepulturas ajenas.
Recuerdo que lo que más me sobrecogía en el
cementerio
era el abandono de la mayoría
de las tumbas
y en secreto juzgaba que
eran muertos a los que nadie amaba.
Con
los años se espaciaron las visitas,
ocupaciones, nacimientos y nuevas muertes te
fueron dejando atrás.
Recuerdo que las
últimas veces tu túmulo había cambiado.
Una hierba desaliñada y amarillenta
crecía sobre ti y en lugar de rosas frescas
un par de claveles de plástico adornaban
tus jarrones.
Nadie pagaba jardinero.
Como la mayoría de los muertos
estabas a
tu suerte.
Empecé a entender la
naturaleza del amor
cuando comprendí que
finalmente te habíamos dejado solo,
solo
en tu túmulo de lápida de mármol tallada a
mano,
solo en tu desaliñado jardín,
solo bajo el incendiario sol del Caribe,
solo como sólo los muertos amados pueden
terminar.
Hoy que tengo deseos de volver
a visitarte
reconozco con pesar que la
mala memoria se tragó tu tumba.
Te
sepulté en mi corazón.
¿Cómo saber si
hice bien o mal?
Ésa es la razón por la
que procuro con el lenguaje la belleza.
Creo.
PARA O MEU AVÔ ANTÓNIO,
VINTE E TRÊS ANOS DEPOIS (2011)
Esta é a razão porque procuro com a
linguagem a beleza.
Tu não morreste,
mataram-te a ti.
Para receber um tiro na
Aorta vieste à Terra.
Avô, tu que na vida
foste forte e autoritário
chegado o
momento soubeste cumprir o teu destino de
vítima.
Os jornais mal te mencionaram.
Para eles não eras importante, a tua morte
carecia de originalidade.
Um homem que
recebe um disparo destinado a outro.
Mais
um naquela avalancha de mortos inúteis.
O
teu funeral foi concorrido mas ninguém
pronunciou um discurso.
Ao cemitério
íamos visitar-te com frequência,
minha
avó sempre atenta às tuas necessidades de
morto recente,
jardineiro, orações e
suspiros para o seu amado defunto.
Sobre
o teu corpo crescia erva verde e aparada
como a melhor alcatifa, dizia o jardineiro.
Não faltavam rosas frescas nos vasos.
Junto de ti crescia uma amendoeira.
Os
adultos aproveitavam a sua sombra
enquanto os teus netos corríamos entre
sepulturas alheias.
Lembro que o que mais
me impressionava no cemitério
era o
abandono da maioria das sepulturas
e em
segredo pensava que eram mortos a quem
ninguém amava.
Com os anos espaçaram-se
as visitas,
ocupações, nascimentos e
novas mortes foram-te deixando para trás.
Recordo que nas últimas vezes o teu túmulo
tinha mudado.
Uma erva desalinhada e
amarelecida
crescia sobre ti e em vez de
rosas frescas
um par de cravos de
plástico enfeitava os teus vasos.
Ninguém
pagava jardineiro.
Como a maioria dos
mortos
estavas à tua sorte.
Comecei a
entender a natureza do amor
quando
compreendi que finalmente te tínhamos
deixado sozinho,
sozinho no túmulo de
lápide de mármore cortada à mão,
sozinho
no teu desalinhado jardim,
sozinho sob o
incendiário sol do Caribe,
sozinho como
só os mortos amados podem acabar.
Hoje
que tenho vontade de voltar a visitar-te,
reconheço com pesar que a má memória tragou
o teu túmulo.
Sepultei-te no meu próprio
coração.
Como saber se fiz bem ou mal?
Essa é a razão porque procuro com a
linguagem a beleza.
Creio eu.
EL ESPACIO
EN SU JARDÍN
Lo visible y lo
invisible
están en eterna contradicción,
y esta lucha tiene por fuerza
el poder de
matarme lentamente.
El triunfo de lo
invisible
carece de espectáculo,
mientras incluso en la derrota
lo visible
gana en notoriedad.
Si la brevedad es
signo de la vida humana,
el tiempo es
asunto mío,
también.
O ESPAÇO NO
SEU JARDIM
O visível e o invisível
estão em eterna contradição,
e esta luta
tem por força
o poder de matar-me
lentamente.
O triunfo do invisível
carece de espectáculo,
enquanto também na
derrota
o visível ganha em notoriedade.
Se a brevidade é signo da vida humana,
o
tempo é assunto meu,
também.
RELOJ SIN MANECILLAS
Tengo el boleto
para un viaje que promete el Jardín como
destino,
la costumbre de rondar sobre
cenizas para no olvidar el fuego
y la voz
de mi madre que me arropó con rumor de
palmas en la tarde.
Tengo también el
compromiso de estar viva, de preservar lo
intocable
para que el mundo siga siendo
aquello que no soy.
Pero vivir en redondo
como aguja de reloj termina por cansar.
Cuánta ironía: tener que envejecer para al
fin recobrar la infancia,
tener que morir
para que ya nadie pueda robármela.
RELÓGIO SEM PONTEIROS
Tenho
o bilhete para uma viagem que promete o
Jardim como destino,
o costume de rondar
sobre cinzas para nao esquecer o fogo
e a
voz da minha mãe que me agasalhou com rumor
de palmas durante a tarde.
Tenho também
o compromisso de estar viva, de preservar o
intocável
para que o mundo continue a ser
aquilo que não sou.
Mas viver em circulo
como agulha de relógio acaba por cansar.
Quanta ironia: ter que envelhecer para ao
fim recuperar a infância,
ter que morrer
para que já ninguém ma possa roubar.
Traducción al portugués de Nuno Júdice
- n.46 • março 2023